domingo, 21 de mayo de 2017

Mujer

"Cuando sigo a placer la apretada multitud de estrellas en su camino circular mis pies dejan de tocar el suelo"- Ptolomeo

Levántate mujer, que para esto es la noche, para ver las estrellas extinguirse a millones de kilómetros, y al sol aparecer en el horizonte. 
Siente el calor de la materia quemándose, así como se siente el calor de tu piel al amar. Un calor y presión constantes, eventualmente la fusión de dos cuerpos, de dos elementos que se hacen uno. 
Escucha en silencio como gira la tierra y nosotros con ella, en permanente movimiento, en permanente cambio. 
Baila al son del universo y su energía, que siempre ha sido una, y que siempre ha sido la misma.
Levántate mujer, porque un planeta no se puede confundir con las estrellas del firmamento. Ellas son frágiles y sublimes, tienen luz propia, pero están destinadas a morir. Y no serás tú quien juzgue la belleza de cada cual, pero apreciarás que en los planetas que alcances podrás asentarte con la confianza puesta en su firmeza. 
Levántete una vez más mujer, porque estás hecha para grandes cosas, para recorrer el universo hasta sus más remotos confines, y para descubrir y revelar los más profundos secretos. Que la vida no te frene, que no te detenga el remordimiento, pues tú, que has sido estrella, que has sido mar y que has sido tierra, ahora eres mujer y en tu destino no existen fronteras. 
Es tiempo de que, con la mirada en alto, comiences tu propio camino. 

domingo, 14 de mayo de 2017

Qué será del mañana

Mañana estarás lejos, estarás donde no te puedo alcanzar. Habrás corrido en la dirección que me es prohibida, habrás saltado todas las barreras que antes te frenaban, llegarás a ese lugar soñado por tanto tiempo.
Mañana habrá un cambio que no podemos evitar. Era el destino según los entendidos, algo imposible según los incrédulos, era una pesadilla según los más ingenuos. 
Mañana está tan cerca y no se puede frenar. Está aquí y nos separa. Está aquí poniendo un océano entre los dos. 
Mañana ya es pasado, te marchaste hacia un mañana prometedor y lleno de posibilidades. Confío en que estarás bien, en que mañana me recordarás, y en que pasado volverás. 

sábado, 6 de mayo de 2017

El camino por el que voy.

Desde hace un tiempo vengo saltando de una roca a otra con frenético ánimo de supervivencia. Cada una ha dejado marcas en mis manos y en mis pies. Las marcas en las manos se hicieron cada vez que, temerosa, me aferré a la roca por más tiempo del que debía. Las marcas en mis pies se hicieron cuando al pisar resbalé un poco y perdí el equilibrio con que avanzaba.
En cada uno de estos saltos he dejado ver parte de mi esencia, parte de lo que me forma y determina, porque en saltar no puede haber ni un segundo de duda o vacilación. Sin buscarlo, cada una de las rocas ha aparecido formando un camino, a ratos claro, a ratos confuso; y cada una ha quedado atrás una vez que he pasado a la siguiente, porque tal como rocas que son, se quedan fijas, no me siguen.
A veces me pregunto por qué tomé este camino rocoso en lugar de caminar por la suave arena. A veces me convenzo de que es el único camino.