lunes, 16 de enero de 2017

(In)Coherencias

Lo de los antidepresivos le resultaba tremendamente atractivo. Era el punto cúlmine dentro de la sensación de cercanía que le producía encontrar a alguien tan insensible y desequilibrado mentalmente como él. Era avasalladora.

Un trovador.

Había un trovador, uno que subía a las micros, que deleitaba con su poesía e inspiraba los corazones. 
Que encomibles proezas nos recitaba. Sin saberlo iluminaba los caminos, desde lo más profundo de la mente, mientras algunos su botella agitaban otros oían sin tapujos. Callada y sin escándalo, una luz se iluminaba por dentro. 
Sin saber tampoco que su mensaje calaba hondo en esta mente ebria y extasiada de júbilo. Se guardaba un mensaje secreto, un capricho dirían algunos. Él sólo pedía a su público que a los abandonados cuidaran, los quisiera y protegieran con el calor de un hogar, que a nadie le viene mal un cariño en las mañanas. 
Era la segunda vez que lo veía, pero su imagen permanecía en calma, imborrable en mi memoria tal prosa tan inspirada. Llena de significado, uno propio para cada persona, sin razón ni lógica alguna para tanto corazón sin alma
Camino con los pies descalzos, mi corazón me llama a escribir. Algunos dirán que en lo que guardo voy contando mi destino. 

lunes, 2 de enero de 2017

Todo problema tiene solución (en algún lugar y momento)

Habían unas instrucciones por ahí, pero eran sobre cómo amar. Nada decía sobre qué debía hacerse en caso de esta emergencia. Los científicos preocupados por la expansión del universo, por la manipulación de la genética y quien sabe qué otros misterios, y nadie se hace cargo de situaciones como esta. Los intelectuales, por su parte, filosofando sobre la naturaleza humana, sobre el bien y el mal, ninguno se encarga de solucionar el embrollo en que me voy metiendo. Los diplomáticos cruzando fronteras en ingenua búsqueda de la paz, sin saber que mientras no aplaquen esta inminente explosión son fútiles sus convenciones. Los grandes empresarios... bueno qué vamos a decir de ellos, si lo único que les importa es sacar provecho al problema que se me presenta, con toda clase de recomendaciones contradictorias y ninguna solución. Quién va a dar con la respuesta, para entender al corazón y sus locuras, y quién será aquél que logre sincronizarlo con la mente en el presente. 

En un viaje confuso

Se afanaba exprimiendo su jugo, aprovechar hasta la última fibra. No le importaban las miradas curiosas, sólo quería saciar su hambre. 
Parecía ser la fruta más deliciosa que probaba en mucho tiempo.