jueves, 31 de mayo de 2018

Temores

Extendió su mano con temor pues la corriente fácilmente arrastraría su cuerpo liviano.
¿Y qué tal si el frío del río la volvía hermética? Bien se sabe que, al enfriarse, la materia se compacta adoptando una forma definida y aparentemente imposible de cambiar; se vuelve sólida al tacto y se resiste a deja pasar otros elementos de la forma en que habría hecho en otro estado.
¿Qué tal si tras dar cientos de volteretas y golpearse con las rocas y los troncos que se cruzaban en su camino, se golpeaba también con la sorpresa de haber perdido la capacidad de sentir? Si perdía la fortuna que hasta ahora le había permitido conmoverse, llorar o entusiasmarse ¿valía la pena siquiera lanzarse río abajo?
Y qué pasaría si una vez llegada al mar se descubría miserable.
No quería ser miserable en tristeza, ni ser miserable en el trato a otros (miseria que suele ser consecuencia de la del primer tipo). No quería volverse cínica.
Cuánto temor sentía de que un día le pareciera bien encerrar un ave en una jaula, contemplarla y pensar que eso era la belleza.
Cuánto temor sentía de morir en el desierto abandonada, que la dejaran ahí para hacerse una con el polvo. 

lunes, 21 de mayo de 2018

Meditación

Soñé que bailábamos entre las estrellas. No debía estar soñando y, sin embargo, lo hacía.

Hasta el sol

Miraba los fresnos, esos que crecen sin que nadie los plante. Crecían hasta casi tocar el sol, o al menos así parecía desde mi perspectiva -porque siempre cada cosa es distinta dependiendo de la perspectiva desde la que se le mire -. 
Pasa que en algunos momentos prefiero mantenerme en lo fantástico, porque lo real es más infame, cruel e inhumano. 

lunes, 7 de mayo de 2018

Viajes en el tiempo

¿Qué es el tiempo? Va hacia adelante, o eso al menos creemos - y lo creemos porque es lo que nos han enseñado- ¿Qué pasaría si la fantasía del alterar nuestro destino fuera una realidad? Nos excita soñarlo, pensar que hay una escapatoria o una forma de control, como si pudiéramos mandar en la corriente del río - ese río omnipotente que ha estado en todas partes, y en todas al mismo tiempo-.  

La verdad es que actuamos como una línea recta. En línea nos movemos, nos comunicamos, navegamos y pensamos ¿Es acaso la única forma? Hay para quienes un momento - un beso, una escena, el sabor que sintieron aquella vez- es la cumbre de un instante sagrado; encuentran la elevación en él. Pero la memoria es frágil, se fragmenta y a la larga sólo quedan sensaciones y quizás alguna imagen borrosa, imposible de igualar a lo que sentimos en ese momento ¿Significa la derrota? A mi parecer no. Como línea recta que pretendemos ser, nos componen infinitos puntos. Es justamente nuestra capacidad de evocar aunque sea unos pocos momentos de gloria (alguno de esos puntos que fueron quedando atrás), la que nos salva de ser simplemente arrastrados por la corriente. Como decía, actuamos como una línea recta. No significa que lo seamos.