jueves, 23 de mayo de 2019

El llamado de la Luna

Eras intrépida, escalando las paredes, aullando hacia el cielo. Saltabas cualquier obstáculo, saltabas de alegría con todo el cuerpo, porque te movían las ganas de vivir, llena de juventud extasiada y el instinto salvaje. 
Llegaste como una compañía anhelada, pero también marcaste la pauta de nuevas responsabilidades, y, aunque hubo cosas que te habrán molestado, nunca pusiste reparos a la hora de jugar. Como fiel compañera, crecimos al mismo tiempo, nos mantuvimos unidas.
Prometí cuidarte, darte amor y estar hasta el final, y tú, con tus gestos, demostraste haber hecho una promesa similar. 
Donde quiera que estés, que perdure tu impulso innato por dominar la situación y que se mantenga por siempre tu astucia e inteligencia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario