Caminaba con los ojos cerrados, poniendo toda su confianza en el recorrido conocido. Había aprendido que era imposible controlar las variables, pero de tanto en tanto entreabría ligeramente los párpados, asegurándose que la rutina no fallaba.
Cada día se abría un sinfín de posibilidades y, aunque en ocasiones lo olvidara, esa era precisamente su bendición. Todo lo demás era frívolo.
Las imágenes que veía a diario no eran más que una cuidada puesta en escena. Aquellos que jugaban en ese tablero estudiaban detenidamente qué querían proyectar. Tantas de las sonrisas que los acompañaban se sostenían en la fragilidad de no saber estar solos - Aprobación, constante aprobación y respaldo, la gratificación de llamar la atención de otro/s, de no sentirse solos-. Se detenía a pensar: "No se trata de elevar la soledad como máxima de vida, sino de saber llevarla y sacarle el máximo provecho".
Las imágenes que veía a diario no eran más que una cuidada puesta en escena. Aquellos que jugaban en ese tablero estudiaban detenidamente qué querían proyectar. Tantas de las sonrisas que los acompañaban se sostenían en la fragilidad de no saber estar solos - Aprobación, constante aprobación y respaldo, la gratificación de llamar la atención de otro/s, de no sentirse solos-. Se detenía a pensar: "No se trata de elevar la soledad como máxima de vida, sino de saber llevarla y sacarle el máximo provecho".
Habían personas que pensaban que la forma en que veían las cosas en un determinado momento conformaba una verdad única e inamovible. Frente a ellos se enorgullecía de ser totalmente opuesto y cuestionarse constantemente: "¿Estaré llevando mi vida de la forma que me hace feliz? ¿estoy formando mis propias expectativas y buscando la forma de satisfacerlas poniendo todo de mi parte? ¿cuáles son mis talentos? y más importante aún, ¿me atreveré a explorarlos?" No lo negaba, era agotador, pero era el peso que prefería cargar frente a tanta liviandad.
Por último estaban los que vivían completamente apartados y plenamente felices. Entonces pensaba: "Evidentemente la felicidad puede jugar como una ilusión, pero se puede ver que están satisfechos consigo mismos y con las decisiones que han tomado".
Como dije, cada día se abría un sinfín de posibilidades y esa era su bendición.
Por último estaban los que vivían completamente apartados y plenamente felices. Entonces pensaba: "Evidentemente la felicidad puede jugar como una ilusión, pero se puede ver que están satisfechos consigo mismos y con las decisiones que han tomado".
Como dije, cada día se abría un sinfín de posibilidades y esa era su bendición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario