En un par de minutos el juez había resuelto. Soportaría una condena de por vida, pero lo haría en libertad.
Mi Madriguera
Camino con los pies descalzos, mi corazón me llama a escribir. Algunos dirán que en lo que guardo voy contando mi destino.
miércoles, 5 de agosto de 2020
Veredicto
viernes, 15 de mayo de 2020
Camuflaje
"Separemos el amor
De la avidez de mitigar dolor" - Gustavo Cerati
Camuflada entre la gente recorro los días del calendario. Todos parecen tener un rumbo claro mientras que yo no me siento lo suficientemente fuerte como para siquiera soñar con un destino. En algún punto del camino perdí la capacidad de fijar una cruz en el mapa a la cual llegar; el algún punto la brújula se desorientó y nunca volvió a apuntar al norte -me pregunto si existirá algún tipo de experto que me pueda ayudar, o si yo misma tendré que aprender a repararla-.
Camuflada no muestro mi interior.
De la avidez de mitigar dolor" - Gustavo Cerati
Camuflada no muestro mi interior.
lunes, 11 de noviembre de 2019
Escucha
Te grito, pero pareciera que de mi boca no sale sonido alguno.
(Grito cuando te necesito).
Grito entre la multitud porque es lo mismo que gritar al vacío. A estas alturas, lo mismo daría que gritara a tu cara.
(Grito cuando te necesito).
Grito entre la multitud porque es lo mismo que gritar al vacío. A estas alturas, lo mismo daría que gritara a tu cara.
(Grito que me haces falta).
Te grito, pero aún no escuchas. Prefieres tapar tus ojos, tus oídos, todo menos tu boca que habla y habla, aunque incluso así no dices nada.
lunes, 30 de septiembre de 2019
La buena jardinera
Parafraseando lo que le oí decir a ese famoso cineasta que dedica su tiempo a difundir la meditación "El buen jardinero sabe que cuando el árbol muestra señales de enfermedad, podar las puntas de las ramas y sacar las hojas secas no es suficiente. La enfermedad del árbol está en sus raíces".
Con eso en frente me pregunto si mi árbol se podrá salvar- si yo lo podré salvar- y si será enfermedad lo que veo en algunas hojas descoloridas o es, simplemente, el efecto del clima gélido, que un día sí, que un día no.
Miro mi reflejo en el agua y veo que tengo las ganas de llorar que me aguanté y el cansancio de pedir de vuelta el amor que di. Miro mis manos y están secas de tanto rasquetear la tierra dura, las uñas rotas por aferrarme a la idea de que el árbol se puede salvar y que llegaré a saborear su dulce fruto.
Decido que soy una buena jardinera, que regaré con fresca agua las raíces de mi árbol y que con un poco de ayuda lo haré florecer. Las abejas vendrán a posarse en sus azahares y con el verano llegará también la dicha.
Y si un día mi árbol decide morir, no será culpa de nadie. Es solo que no todos los árboles pueden vivir para siempre.
domingo, 30 de junio de 2019
Posibilidades
Caminaba con los ojos cerrados, poniendo toda su confianza en el recorrido conocido. Había aprendido que era imposible controlar las variables, pero de tanto en tanto entreabría ligeramente los párpados, asegurándose que la rutina no fallaba.
Cada día se abría un sinfín de posibilidades y, aunque en ocasiones lo olvidara, esa era precisamente su bendición. Todo lo demás era frívolo.
Las imágenes que veía a diario no eran más que una cuidada puesta en escena. Aquellos que jugaban en ese tablero estudiaban detenidamente qué querían proyectar. Tantas de las sonrisas que los acompañaban se sostenían en la fragilidad de no saber estar solos - Aprobación, constante aprobación y respaldo, la gratificación de llamar la atención de otro/s, de no sentirse solos-. Se detenía a pensar: "No se trata de elevar la soledad como máxima de vida, sino de saber llevarla y sacarle el máximo provecho".
Las imágenes que veía a diario no eran más que una cuidada puesta en escena. Aquellos que jugaban en ese tablero estudiaban detenidamente qué querían proyectar. Tantas de las sonrisas que los acompañaban se sostenían en la fragilidad de no saber estar solos - Aprobación, constante aprobación y respaldo, la gratificación de llamar la atención de otro/s, de no sentirse solos-. Se detenía a pensar: "No se trata de elevar la soledad como máxima de vida, sino de saber llevarla y sacarle el máximo provecho".
Habían personas que pensaban que la forma en que veían las cosas en un determinado momento conformaba una verdad única e inamovible. Frente a ellos se enorgullecía de ser totalmente opuesto y cuestionarse constantemente: "¿Estaré llevando mi vida de la forma que me hace feliz? ¿estoy formando mis propias expectativas y buscando la forma de satisfacerlas poniendo todo de mi parte? ¿cuáles son mis talentos? y más importante aún, ¿me atreveré a explorarlos?" No lo negaba, era agotador, pero era el peso que prefería cargar frente a tanta liviandad.
Por último estaban los que vivían completamente apartados y plenamente felices. Entonces pensaba: "Evidentemente la felicidad puede jugar como una ilusión, pero se puede ver que están satisfechos consigo mismos y con las decisiones que han tomado".
Como dije, cada día se abría un sinfín de posibilidades y esa era su bendición.
Por último estaban los que vivían completamente apartados y plenamente felices. Entonces pensaba: "Evidentemente la felicidad puede jugar como una ilusión, pero se puede ver que están satisfechos consigo mismos y con las decisiones que han tomado".
Como dije, cada día se abría un sinfín de posibilidades y esa era su bendición.
jueves, 23 de mayo de 2019
Decidí olvidarla
Decidí olvidarla porque me harté de que con ella las palabras no significaran nada y se fueran como hojas en el viento. Mi limitada energía no soportó que los esfuerzos siempre tuvieran que venir de esta parte y la paciencia me reclamó que se veía agotada con cada promesa rota.
Decidí olvidarla por cada día que esperaba verla y terminaba sola; por cada comida que quería compartir y terminaba fría.
Decidí olvidarla, pese a que me hacía reír, porque fueron muchas las veces en que solo pude llorar. Mi vida se paralizaba, algo en mi pecho reclamaba ayuda. Ninguna risa podía compensar ese peso.
Decidí olvidarla porque, pese a no haber esperado grandes gestos, ella no era capaz siquiera de realizar los más pequeños por mi. Esos detalles que dan cuenta de un cariño compartido duraron tan poco, que tras un tiempo ya nunca nacieron de forma espontánea
Decidí olvidarla porque buscaba caricias que no llegaban. Y cómo podría haber sido distinto si, en el fondo, estaba tan dañada que ella solo sabía recibirlas.
Decidí olvidarla porque buscaba caricias que no llegaban. Y cómo podría haber sido distinto si, en el fondo, estaba tan dañada que ella solo sabía recibirlas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)